El ojo social sikuri
Caminaba tranquilo,
escuchando música con el mp3 sin pensar en lo que se venía...
Yo confiado de estar
en una avenida principal en el distrito más poblado de Lima, cuando una persona
se acerca poco a poco hacia mí, cuando pienso que ya la crucé me doy con la
sorpresa de que mis audífonos están colgados y ni cuenta me di de que no
escuchaba la melodía, fue tan sorpresivo y rápido.
Hoy le doy sentido a todo
lo sucedido
Voy al ensayo del
conjunto de sikuris, se trasladó de lugar pues tenían una presentación en
Zárate, estábamos en “Las Malvinas” de SJL, en el parque Grau. Mientras se dan
las indicaciones del evento del día siguiente y compartimos una gaseosa todos
miramos sorprendidos cómo una persona sale corriendo con unas cosas que arrebató
a un transeúnte, sucedió como a 15 metros de donde nos encontrábamos, en ese
momento todo pasa por nuestra mente, estábamos 10 personas con nuestros
instrumentos y solo comentamos lo sucedido, uno dijo: “Yo les dije, hay que
ensayar allá...” con esto quiso decir que se pudo prevenir este suceso de haber
estado en el punto céntrico del parque y no en el área verde.
Terminaron de dar las
recomendaciones para el día siguiente en nuestra presentación en el X INKARI
(Encuentro de sikuris) y volvimos a ensayar las canciones, ahora en el lugar
desde donde empezó a correr aquel joven transgresor.
Tuve una especial
sensación pues venían las ideas, soplaba las cañas del siku pensando en que
podríamos evitar otros robos mientras nosotros estemos allí.
El ojo social
Definido por algunas
personas como la capacidad disuasiva aplicada con la sola presencia, orientada
a la prevención de conductas transgresoras (robar, pintar paredes, dejar basura
en la calle, fumar hierba, entre otras). Un sereno cumple su función disuasiva,
pero no alcanzan para que patrullen todas las calles de Lima, en este caso le
toca a la población organizarse para prevenir toda conducta que los afecte y
que reste sus derechos, una experiencia de San Juan de Lurigancho es la siguiente:
Los vecinos se organizaron para prevenir el
pandillaje y la delincuencia de la siguiente manera: en las noches, cuando
jóvenes desconocidos se agrupaban en una esquina los vecinos salían de sus
casas con escobas en la mano, luego se ponían a barrer cerca a estos
desconocidos, de esta manera ellos se retiraban, claro está, tenían una
coordinación previa con la comisaria del lugar.
Es agradable ver
presentaciones de danzas, por el color, la alegría y la distracción pero el
papel de la cultura va más allá, con las expresiones culturales se puede
desarrollar una labor social, esperemos que las agrupaciones, asociaciones,
sociedades y conjuntos artísticos, folklóricos lleven más allá su papel en la
sociedad, las posibilidades son infinitas.
He participado en una
agrupación de danzas y los ensayos eran gratos momentos de interacción, en una
casa se guardaba el parlante y ensayábamos en la pista después de calentar el
cuerpo corriendo varias vueltas a la cuadra, la relación con la comunidad era
óptima.
Aprovechando la
licencia social se puede buscar una misión más allá de la representación
folklórica, las ideas están planteadas y la juventud tiene mucho empeño, les
puedo decir que bailando y cantando podemos construir un Perú mejor.
Hoy le doy sentido a
todo lo sucedido
Cuando perdí mi mp3
estaba escuchando una canción de sikuris, siento que en lo expuesto se
encuentra el vínculo entre cosas tan disímiles como la música y la
delincuencia.
¿Y tú bailas en algún
grupo? ¿Estas ideas te generaron otras nuevas?
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