lunes, 16 de enero de 2012

La música como trabajo


En un viaje conocí a unos niños que hacen música con acordeón, a continuación relataré cómo los conocí, la interacción que tuve con ellos y algunas reflexiones al respecto.

La zona que visité es el municipio de Chapala en el estado de Jalisco (México), claro que en realidad fui a conocer el lago de Chapala, por tal motivo mi observación se centró en el malecón.
Llegué al mediodía a la terminal de autobuses de Chapala, un taxista me dice que el lago está a seis cuadras.
Me acerco caminando al malecón y al irme acercando al gran lago, se me acerca un joven con un chaleco ofreciéndome paseos en bote, uno de ellos incluía una visita  a la isla de los alacranes por 300 pesos.
Ingresé a la dársena (o embarcadero) para disfrutar del paisaje - curiosamente estudio antropología pero disfruto mucho viendo paisajes naturales- había fuerte brillo solar, luego de estar unos minutos en aquel lugar me dirijo al pequeño tianguis (supongo que ya saben lo que es) de artesanías, también hay algunos puestos que venden licores.
En ese momento me dio hambre, así que regresé por donde vine, estaba la plaza principal de Chapala con su respectivo quiosco (imagen) y había una calle donde vendían comida, vi los anuncios y pedí un lonche de pierna y una fanta, el chile japaleño le dio buen sabor a mi lonche.
De regreso al malecón me percato que hay un skate park (una construcción adecuada para hacer maniobras con la patineta) en la cual varios jóvenes demostraban sus habilidades, en ese momento (y con mi cámara en la mochila) se me ocurrió preguntarles si podía sacarles algunas fotos, así que me acerqué a la laguna mientras observaba unas aves en la orilla, luego me acerqué al skate park y me senté en un lado del mismo, cerca se encontraba un adolescente con cierto retardo mental, el cual disfrutaba de manejar su skate (lo pueden ver en las fotos) y mientras hablaba con él se acercaron otros muchachos, era dos hermanos los cuales tocaban el acordeón a los visitantes del malecón con la esperanza de que les brinden unas monedas, conversé con ellos un rato (como dos desconocidos que se encuentran) de temas diversos para amenizar la tarde, luego me comentaron que debían ir a trabajar, y que volvían al rato, estos hermanos aprendieron a tocar el acordeón de su padre, el hermano mayor tenía un instrumento mas desgastado y el hermano menor uno nuevo, ambos también gustan de manejar el skate (ambos aparecen en las fotos), así que se lo iban prestando de rato en rato, no supe de quién era exactamente aquel skate  (pero no era de ninguno de los personajes que acabo de relatar).

Esta observación me permitió sacar algunas conclusiones sobre el trabajo infantil descrito:
Que los niños (o adolescentes en este caso) buscan momentos de diversión a pesar de estar trabajando.

Entonces las condiciones laborales de estos muchachos son amigables a su edad puesto que tienen libertad de elegir momentos de esparcimiento, aquellos niños son de Mezcala (lugar cercano a chapala) y llegan a trabajar los fines de semana.

También observé a dos hermanas que cantaban para los visitantes con un güiro, y pareció un niño con sombrero y una guitarra, la cual estaba desafinada pero era solo para acompañar su voz.

La impresión que me dio la zona el día viernes que la visité, fue de un lugar agradable, no mucha gente, pero si algunos toman cerveza con su camioneta un rato por la tarde, una zona tranquila donde los niños y jóvenes trabajadores no están expuestos a muchos riesgo (como es el caso de muchos niños trabajadores en otras partes)

En la siguiente aplicación podrás ver una foto panorámica en 360 grados, arrastra con el puntero del ratón.